Dicen que los objetos materiales no tienen sentimientos, pero ¿y los espacios?… A lo largo de los siglos, he pertenecido siempre a la misma familia, con intervenciones de cinco apellidos: Gordejuela, Fernández de Toro, Arcos Fernández de Córdoba, González de Aguilar – Aguilar, Ponce de León – Aguilar y Peña; a quienes todos ellos recuerdo con mucho cariño.
Cada espacio de mi interior se ha llenado de recuerdos e historia, un no parar y trasiego de gentes de aquí para allá, visitas inesperadas de personajes a los que la historia les ha tratado muy bien… Un sinfín de momentos, juegos, risas, cantes y lloros… Por lo que sí, estoy de acuerdo en que no puedo tener sentimientos, pero sin duda tengo recuerdos, y estos han quedado impregnados para siempre entre mis muros, perduran, están vivos y se renuevan con las nuevas gentes que deciden visitarme.

Me considero ecléctica y me adapto rápidamente, pero siempre he tenido especial interés en la conservación de mi arquitectura y estilo clásico. Los entendidos me clasifican como ecléctica debido a mis diferentes elementos arquitectónicos de estilos barroco, andalusíes y neoclásicos. A parte, me siento agradecida por albergar tanto arte y trabajo que muchas personas han ido invirtiendo en mí a lo largo de los siglos.
Y es ahora, después de tantos siglos de historia, ya que nací por allá en el siglo XVI; que me ilusiona el poder abrir mis enormes portones para que cualquiera pueda visitarme y compartir conmigo nuevas experiencias y descubrir todo lo que puedo enseñarle y contarle sobre mi pasado, el día a día de cómo era una casa solariega en la preciosa y soleada Campiña Cordobesa, más concretamente en la población actual de Aguilar de la Frontera.

¿Te imaginas pasear por mi patio noble porticado de estilo andalusí mientras escuchas el sonido del agua brotar de la fuente central?…
¿Y si te invito a subir mi gran escalera imperial con mi bóveda decorada, todo iluminado bajo el haz de luz de mi cristalera?
¿O si nos adentramos en mi capilla de estilo neogótico ricamente ornamentada?… ¡Tengo tanto que enseñarte!
Cuento con tres plantas, dos patios traseros, bodega y estancias auxiliares separadas por mi callejón preferido «El Callejón de las Flores«, ya te puedes hacer una idea de por qué lo llamo así, es sin duda de mis rincones más relajantes.
Podría estar hablando de mí unos cuantos siglos más, pero voy a parar aquí, que yo tengo mucho tiempo por delante y también quiero conocer nuevas gentes y seguir añadiendo historia a mis muros. Mis puertas están abiertas para que vengas a visitarme y conocernos.

Podemos organizar una visita guiada para que descubras toda mi historia. Estas visitas las realizan mis amigos de Galatea, unos auténticos profesionales que conocen cada rincón de mí, todas las historias, curiosidades y cotilleos. Puedes reservar tu entrada aquí.
También organizamos Catas de Vino de la región, predominando el exquisito D.O. Montilla- Moriles. Los mejores sommeliers de la zona te guiarán en la cata con su amplia experiencia y reconocimiento en el mundo del vino. ¡Qué ganas de llenar mis estancias de alegría, risas y conversaciones! Puedes reservar esta experiencia aquí.
También podemos ofrecer otro tipo de servicios, pero me lo guardo para más adelante; que como presentación en estos mundos tecnológicos creo que es más que suficiente. Ha sido un placer poder contar con tu tiempo si te ha interesado conocerme un poco, y espero verte muy pronto.
Con cariño:
Casa Palacio Las Columnas