Historia y origen

El origen de la Casa Palacio se remonta al siglo XV, cuando las familias más poderosas y adineradas de la nobleza local comenzaron a construir nuevas viviendas fuera de las murallas de la villa, buscando escapar del hacinamiento y aprovechar las nuevas vías de comunicación.

Propietarios

A lo largo de los siglos, la Casa Palacio ha pertenecido siempre a la misma familia, con intervenciones de cinco apellidos: Gordejuela, Fernández de Toro, Arcos Fernández de Córdoba, González de Aguilar – Aguilar, Ponce de León – Aguilar y Peña.

En el siglo XIX, la casa fue habitada por Antonio Toro Valdelomar, un destacado político y hacendado de la provincia de Córdoba.

Arquitectura

La Casa Palacio es un ejemplo de eclecticismo arquitectónico, combinando elementos barrocos, andalusíes y neoclásicos. La fachada muestra una mezcla de estilos barroco y neoclásico, con el escudo familiar de los González de Aguilar-Aguilar Ponce de León-Aguilar.

Destacan su noble patio porticado de estilo andalusí con una fuente central, su escalera de estilo imperial con bóveda decorada con escudos familiares y una gran cristalera que da al patio trasero.

La casa cuenta con tres plantas, un gran patio central porticado, dos patios traseros, una zona de bodega y estancias auxiliares para el servicio, separadas de la zona noble por el «callejón de las flores». En su época de mayor esplendor, la casa era autosuficiente, con herrería, carpintería, horno, carnicería, almacenes, corrales, cochineras, cuadras, almazara y bodega.

Eventos Históricos

En 1730, Felipe V pasó por Aguilar durante uno de sus viajes de Sevilla a Granada, y aunque no se sabe con certeza dónde se hospedó, se cree que pudo haber sido en esta casa. Durante la Guerra Civil Española, la casa fue incautada y utilizada como hospital, conocido como Hospital de José Antonio Primo de Rivera, con un total de 100 camas.

En la planta baja, el despacho de la casa servía para gestionar los negocios y bienes de la familia. La planta superior conserva varios retratos del siglo XIX y estancias de descanso y recreo, incluyendo una capilla de estilo neogótico ricamente ornamentada.

Entre 1989-1991 y 1997-1998, se acometieron importantes reformas en la casa, mejorando su estructura y valor artístico, convirtiéndola en una de las Casas-Palacio más bonitas de España.